lunes, abril 07, 2008

Me encantaría por ejemplo,
escribirte,
pensar en vos,
necesitarte de a ratos,
quererte en demasía antes de que nazca incluso la necesidad de la que hablo,
poder nombrar cuánto me conmovés,
y a tu manera tan peculiar,
que no es tal además
porque mi conmoción surge cuando sos vos
sin jugar a intentar ser lo que presentís que yo o el común de las mujeres adoraríamos que fueras.
Que no es una carta escrita,
una cena hecha con amor,
chocolates que empiezan por saciar el alma
ni que te aparezcas de visita y de improvisto.
Todas esas cosas no forman tu conjunto,
no te delinean,
no alcanzan a definir que lo que yo quería decir es que,
vos mirás, y entonces adentro mío los cataclismos y las lágrimas internas,
los perdones que no te pido,
los adioses que no te doy,
porque cuando vos me mirás yo siento que me quiebro bien profundo,
que tengo que abrazarte,
que tengo que agradecerte,
y pedirte que te vayas
y decirte que yo no creo poder merecer que vos me mires así,
que vos me sientas así,
y que cuando mires me lo estés diciendo.


lunes, marzo 10, 2008

Ella que se alivia de caminar los pasos ya andados.
Con una carta de menos
y un par de palabras de más.
Dueña de una confianza que la hace fuerte.
Sólo porque ya sangró lo suficiente (cree).
Como siempre que cree y se equivoca.
Ella que no sabe que él la busca.
Ella que esta vez no va a dejarse encontrar.

martes, enero 29, 2008

Frágilinvencible







Sabés qué?
Tenías razón.
No cambié nada.
Sigo siendo una nena vulnerable y orgullosa.
Mi corazón tiene capacidades transoceánicas, pero mis demostraciones no llegan ni al tercio.
Mi dramatismo es gracioso no?
Si me avergüenzo no puedo sostenerte la mirada.
Hay más fuerza en mis palabras cuando no me ves.
Pero si me mirás estoy desnuda.
Así que, por favor, no me mires.
Tengo miedo a encontrarme.


No soy resentida, nunca lo fui, soy justa.
Y sincera, conmigo.
Primero.
Después con vos, y vos y vos, y vos.
Pienso mucho, sí.
No soportarías estar por un segundo en mi cabeza.
Siento mucho, sí.
No vivirías ni media vida latiendo así.


Me sonrio bastante, me rio poco
y no soy tan compleja como se trasluce.

Si me preguntás qué prefiero,
te diría que hablar hasta quedarnos dormidos después de haber cruzado el puente (metafísico). Pero nunca digo absolutamente todo lo que quisiera.
Mi paranoia me dice que te reirías ,
en el peor de los casos, podrías compadecerme.
Siempre disfruto lo que algunos rotulan de nimiedad.
Siempre guardo lo que menos importa en lo profundo.
Vos sabés lo feliz que soy con poco,
guardás ese secreto con vos mientras el resto que finge conocerme me pretende inconformista.


Nunca te dije que te quería.
Ahora me estoy rehabilitando, eso no sabías.
Se me fue de a poco ese bloqueo.
¿Te acordás cuando sólo podía escribirlo?,
soltarlo sin ahogarme era demasiado.


Perdoname, no podía permitirte que te robaras mi mitad, era la única que tenía, era lo único.